verbobravio

“¿por qué durar es mejor que arder?” (R. Barthes) cybergubasa@yahoo.com

sábado, julio 03, 2004

Palabras Deshabitadas (I)

La Mentira

Según el diccionario de la Lengua Española mentira es “la cosa que se dice sabiendo que no es verdad para que sea creida”.

Más temprano que tarde, en mayor o menor medida; todos mentimos.

Es, además, un acto privado, privadísimo, en tanto la mentira sea efectiva como tal.

La metira es una cosa seria.

Avancemos un poco más.

Siguiendo con el mismo diccionario MENTIR (que en español se conjuga como SENTIR) se refiere al acto de decir o manifestar lo contrario de lo que se sabe, cree o piensa.

En este punto podríamos inferir que la mentira es un acto absolutamente racional y premeditado.

Mentir es la puesta en marcha de un acto de voluntad.

El tránsito de la niñez a la adultez está signado por “mentiras blancas” (que se suponen menos mentiras por ser “limpias, inocentes, virginales” —¿acaso la mentira es algo sucio?— y están avaladas por siglos de tradición oral y un infernal, y muy efectivo, aparato de difusión publicitaria).

¿Cuántos de nosotros recordamos el momento exacto en el que descubrimos que los Reyes Magos no existían y que los regalos los compraban nuestros padres?

El sistema de revelaciones funciona y la verdad llega (en la niñez ligado, paradójicamente, a la crueldad), en el mejor de los casos, de boca de otro niño —un par— a quién le ha sido dado la propagación del misterio devenido en farsa descubierta.

A esta primera aproximación a la verdad se sucede el momento de la confirmación, que como aprenderemos después, inexorablemente ha de llegar.

Y así seguimos viviendo, creciendo, perdiendo, abrazando nuevos sueños, estrenando rituales… Hasta que un buen día mentimos el deseo. Es ahí cuando siendo hombres y mujeres poseedores —casi con certeza— de algunas verdades, nos hemos convertido en infieles, renunciando a él…

Pero esa, es otra historia.